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Cómo influye la presencia de otros en el rendimiento

Aplicando la facilitación social al rendimiento deportivo

Todos hemos sentido los efectos de la facilitación social. Desde las visitas de tus padres a tus partidos de fútbol hasta tener a tu profesor ojeando tu examen mientras escribes; la presencia de otros influye sobremanera en el rendimiento. Quizá porque resulta tan común, puede encontrarse toda una línea de investigación que data de finales del siglo XIX.

En este artículo, hablo de la facilitación social en contextos deportivos para intentar explicar cómo ser observado o estar acompañado de otros puede producir cambios en nuestras estrategias, niveles de esfuerzo y rendimiento en general.

¿Por qué ocurre?

Algo más de un siglo de investigación y seguimos sin obtener una única respuesta que sea válida para esta pregunta. Eso sí, se han ido acumulando explicaciones que tienen que ver con variables como la competitividad, aprendizaje social o activación entre otros (Guerin, 2010). Para este artículo, me centraré más en dos de ellas: competitividad y rasgos de personalidad.

La competitividad es un rasgo de personalidad que está fuertemente arraigada en la interacción social dado que se caracteriza por un deseo de superar a un rival en una tarea (Smither y Houston, 1992). La noción de la competitividad nos es común a todos por lo que no sorprende que sea la primera explicación plausible para la facilitación social.

El razonamiento que subyace a esta asociación es que la facilitación social mantiene una relación directa con la competitividad; cuánto más competitivo seas, mayor será la influencia de la presencia social. Esta relación se estudió en personas mayores y los resultados mostraron que los sujetos más competitivos rendían incluso mejor en una tarea de ciclismo que aquellos menos competitivos cuando se enfrentaban a un oponente virtual.

Y en el box lo vemos a diario. Para algunos, simplemente se trata de hacer el WOD junto a otros, pero para muchos otros hay una competición implícita en la que nos esforzamos por poner la puntuación más alta en la pizarra. Pero entonces, ¿se trata únicamente de competitividad o puede la personalidad desempeñar algún rol?

[sobre los rasgos que heredó de su padre] “Le encantaba tener público delante. Eso era lo que le motivaba”. – Mat Fraser

Entrevista con Nutriforce

En lo referente a la facilitación social, la personalidad proporciona dos posibles orientaciones: positiva y confiada o aprehensión negativa (Uziel, 2007). Una orientación negativa (caracterizada por elevado neuroticismo y baja autoestima) percibirá la presencia social como amenazante, aprehensiva o distractora.

Un individuo con una orientación positiva (bajo neuroticismo y autoestima elevada) se aproximará a la situación con confianza y entusiasmo (in Stein, 2009), porque anticipan consecuencias positivas de ese tipo de situaciones (refuerzo social, motivación por aproximarse a un estándar de rendimiento elevado).

Como resultado, los individuos con orientación positiva suelen experimentar mejoras de rendimiento cuando son observados mientras que individuos con orientación negativa tienden a experimentar bajones de rendimiento (Uziel, 2007). Por tanto, la acción conjunta de la competitividad y la orientación positiva o negativa hacia la presencia social, determina la dirección e intensidad de la facilitación social.

Conocerse a uno mismo: el elemento diferenciador

En resumen, uno puede integrar todas las teorías de facilitación social y considerarlo un efecto de la confluencia de una mayor activación por instinto de supervivencia, aprendizaje social, autoevaluación de las habilidades personales, competitividad o personalidad (Uziel, 2007). La razón por la que destaco la competitividad o la personalidad es porque se identifican más fácilmente.

No hay una receta universal para un adecuado manejo de la presencia social. Mientras que otros atletas prosperan cuando observan a sus rivales para plantear su estrategia o cuando se alimentan de la energía del público, otros rendirán mejor centrándose en su propia actuación y desatendiendo las circunstancias externas.

Pese a que gran parte de estos conocimientos vienen de acumular experiencia en competición, otra buena parte vendrá también de la introspección. Conócete a ti mismo como persona y como atleta para trabajar con la facilitación social de un modo que te beneficie a ti.












- Guerin, B. (2010). Social facilitation. The Corsini encyclopedia of psychology, 1-2.
- Smither, R. D., & Houston, J. M. (1992). The nature of competitiveness: The development and validation of the competitiveness index. Educational and Psychological Measurement52(2), 407-418.
- Snyder, A. L., Anderson-Hanley, C., & Arciero, P. J. (2012). Virtual and live social facilitation while exergaming: competitiveness moderates exercise intensity. Journal of Sport and Exercise Psychology34(2), 252-259.
- Stein, L. M. (2009). Individual differences in social facilitation (Doctoral dissertation, Rutgers University-Graduate School-New Brunswick).
- Uziel, L. (2007). Individual differences in the social facilitation effect: A review and meta-analysis. Journal of Research in Personality41(3), 579-601.

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