abandono deportivo
¿Cómo evitar el abandono deportivo durante la cuarentena?

La cuarentena se ha alargado mucho más allá de lo que hubiéramos anticipado y, entre otras muchas cosas, se ha visto alterada nuestra rutina deportiva. Para muchas personas, esto afectará a su adherencia al ejercicio hasta el punto de llegar al abandono deportivo. En este artículo hablaremos de cómo podemos mantener la motivación durante el estado de alarma.

Ha cambiado la forma de hacer deporte

La inmensa mayoría de los que practican algún tipo de actividad física, lo hace en el exterior: boxes de CrossFit, gimnasios, centros de alto rendimiento, piscinas, etc. Es raro encontrarse con alguien que lleve a cabo sus entrenamientos en casa; pero lo que antes era una excepción, ahora se ha convertido en la norma.

La consecuencia a nivel físico es evidente puesto que la falta de acceso a las condiciones ambientales usuales, impide aplicar las cargas específicas para nuestro deporte. Y a nivel psicológico, la mayoría pasa de entrenar acompañado por otros atletas o su entrenador a hacerlo solo; es decir, hay un tejido social que también se ha visto afectado por la cuarentena.

Bien es cierto que la sociedad se ha adaptado rápidamente a la situación y se han puesto en marcha todo tipo de soluciones: metodología HIIT usando ejercicios de resistencia corporal, clases en directo en RRSS y videollamadas con entrenadores y cuerpo técnico. Pero, ¿qué ocurre si esto no es suficiente?

Ya estamos viendo a personas que han perdido las ganas de entrenar porque hacerlo en casa “no es lo mismo” o porque simplemente no les apetece. Si esta situación se mantiene el tiempo suficiente, podría llegarse gradualmente a un abandono deportivo completo.

¿Por qué se produce el abandono deportivo?

El abandono deportivo puede entenderse de muchas formas, pero para simplificar la cuestión voy a ceñirme a una definición que considero puede ajustarse más a la situación actual: el abandono deportivo por razones controlables.

Dentro de este grupo, podemos encontrarnos con dos situaciones: el abandono por insatisfacción generada por no satisfacer las necesidades personales a través de la actividad; y el abandono por “zapeo”, que suele producirse en atletas que realizan una inversión inicial débil en un deporte (período no superior a un año) “para probar”.

Sarrazin et. al (2002) sometieron a estudio varios modelos teóricos para intentar explicar el fenómeno del abandono deportivo (ver figura 1). El modelo se basaba en que el compromiso deportivo era el constructo que impedía la conducta de abandono y éste podía verse facilitado o debilitado por una serie de antecedentes:

abandono deportivo
Figura 1: Adaptación del modelo de compromiso deportivo (Sarrazin et. al, 2002) en Carlin (2015).
  • Beneficios de la experiencia deportiva: en la medida en que el deportista identifica consecuencias deseables para sí mismo (aprender y mejorar habilidades, ganar masa muscular, ser mejor que los demás, hacer amigos, etc.), su disfrute con la actividad será mayor.
  • Atracción por otras alternativas: deseo de implicarse en otras actividades, sean deportivas o no, distintas al deporte actual.
  • Inversión personal: representa los recursos propios (tiempo, esfuerzo y dinero) destinados a la actividad que se perderían en caso de abandonar ese deporte. El modelo sugiere que existe una relación directa entre la implicación en la práctica deportiva y la inversión personal.
  • Coacciones sociales: las expectativas y la presión que puede ejercer la normativa social o el entorno familiar. Cuanto más perciba esta presión el individuo, más se implicará en la actividad deportiva.

¿Puede la cuarentena provocar un abandono deportivo?

La literatura científica sugiere que la variable de los beneficios anticipados tiene mayor peso al explicar el abandono deportivo y la consecuencia más evidente de la cuarentena es que el acceso a buena parte de esos beneficios está inhabilitado. Por lo tanto, y en respuesta a la pregunta planteada, sí que puede producirse un abandono.

Muchos deportistas pueden estarse encontrando con una falta de estimulación por razones diversas:

  • Patrón repetitivo de los movimientos con material limitado
  • Asociamos nuestro deporte con su contexto (un box para hacer CrossFit, una pista para hacer atletismo, etc.) y pasar a entrenar en el hogar es un cambio ambiental que puede no resultar tan apetitivo.
  • El progreso que uno anticipaba en parámetros de fuerza, habilidad gimnástica o resistencia cardiovascular puede verse truncado.
  • Ausencia de socialización

En suma, todos estos contratiempos (que están fuera de nuestro control) pueden provocar que el individuo considere los costes personales superiores a los beneficios y decida abandonar. Puede ocurrir que el descanso durante la cuarentena sea positivo para muchos; pero para aquellos a los que les costó introducir la actividad física en su estilo de vida, puede suponer un regreso al sedentarismo.

¿Cómo solucionarlo?

abandono deportivo
Pat Vellner entrenando en su casa con una mancuerna. Fuente: instagram de Pat Vellner

Como hemos visto, el abandono deportivo es un fenómeno complejo que puede explicarse por multitud de factores. De modo que proponer una solución universal es harto complicado (por no decir imposible). La clave está en individualizar estas soluciones y para eso, toca regresar a la pregunta de siempre, ¿por qué hago esto?

Si identificas los beneficios que esperas obtener gracias a la actividad deportiva, podrás tomar las decisiones adecuadas.

  • Si lo que más te divierte es medirte contra otros, participa en alguna de las competiciones online como la Home Fitness Championship (gratuita). Algunos boxes como CrossFit Norte Redondela o CrossFit Tetuán han creado ligas internas durante la cuarentena, ¡consulta a tu box!
  • Si lo que buscas es el sentimiento de pertenencia, participa en las clases en directo con tus compañeros u organiza videollamadas para los WODs. De lunes a viernes a las 15:15 de la tarde (hora peninsular), Rich Froning da clases en directo en YouTube (de nada).
  • Si lo que quieres es aprender y mejorar habilidades, aprovecha para trabajar el control postural y la fuerza relativa (relación entre fuerza y peso corporal) con los movimientos gimnásticos: handstand, L-sit, planchas, pushups, etc. Ponte unos objetivos de cuarentena y registra tus progresos.
  • Si tenías previsto competir a medio-largo plazo, comunícate con tu coach y cuerpo técnico para adaptar tu entrenamiento a tus recursos actuales y no perder progreso. Seguro que el material limitado te permite descubrir huecos en tu fitness que de otro modo no habrías identificado.

Todos nos enganchamos al deporte por nuestras propias razones y ahora que la incertidumbre genera tanto caos, es importante recordarlas y, sobre todo, ¡cuidarlas! Muchas veces os daréis cuenta de que no es el material ni la ubicación lo que explica el compromiso deportivo, sino las personas y las experiencias; y, por suerte, a eso aún tenemos acceso (aunque no sea de forma física).













- Carlin, M. (2015). El abandono de la práctica deportiva, motivación y estados de ánimo en deportistas. Wanceulen SL.
- Rusbult, C. E. (1980). Commitment and satisfaction in romantic associations: A test of the investment model. Journal of Experimental Social Psychology, 16, 172-186.
- Rusbult, C. E. (1983). A longitudinal test of the investment model: The development (and deterioration) of satisfaction and commitment in heterosexual involvements. Journal of Personality and Social Psychology, 45, 101-117.
- Sarrazin, P., Vallerand, R., Guillet, E., Pelletier, L., & Cury, F. (2002). Motivation and dropout in female handballers: A 21‐month prospective study. European journal of social psychology32(3), 395-418.
pain tolerance
¿Puede el CrossFit mejorar nuestra tolerancia al dolor?

La tolerancia al dolor no es más que nuestra habilidad para sufrir. Sin embargo, como constructo, entraña un componente tanto físico como psicológico. Suele decirse que la habilidad para tolerar el dolor tiene que ver con la fortaleza mental. De modo que la tolerancia al dolor incluye ese “aspecto afectivo-motivacional del dolor” (Geva y Defrin, 2013).

El objetivo de este artículo es profundizar en el concepto: ¿de dónde viene? ¿Puede mejorarse? ¿Es cierto que la mente se rinde antes que el cuerpo?

Conceptualizando la tolerancia al dolor

Cuando sentimos dolor, nuestro cerebro recibe información sensorial que determina el nivel de dolor; pero la cosa no acaba ahí. Se destinarán recursos atencionales, procesos de evaluación y estrategias de afrontamiento para modular la experiencia; por ello, se considera un “fenómeno psicobiológico complejo” (Bandura et. al, 1987).

En el mundo físico, así es como funciona: cuando hacemos ejercicio, sometemos al organismo a estrés, por lo que la capacidad para seguir rindiendo determinará nuestra habilidad para adaptarnos al estresor, permitiendo mecanismos de compensación. Pero, ¿qué pasa cuando el dolor se intensifica y queremos parar?

Ahí es cuando se pone interesante la cosa porque la apreciación del dolor es un proceso subjetivo en tanto que percibimos y juzgamos el dolor según nuestras diferencias individuales. Nuestro umbral de dolor varía de unos a otros, pero al final nos pilla a todos; unos parecen huir de él mientras que otros corren a su encuentro.

¿Cómo podemos influenciar la habilidad de tolerar dolor?

Dados los componentes físicos y psicológicos que subyacen al constructo, son dos las corrientes de investigación que han buscando la respuesta: una considera los efectos del estrés físico en el cuerpo y su capacidad de adaptación; y el otro, estudia en la relación entre la tolerancia al dolor y otros mecanismos psicológicos.

En cuanto a lo físico, la literatura sugiere que experimentar dolor durante el ejercicio puede incrementar la capacidad de adaptación y rendimiento (en Geva y Defrin, 2013). Además, si consideramos los procesos de habituación, los atletas pueden adaptarse al ejercicio físico intenso si hay una exposición prolongada y repetida.

Tu mente se rendirá mil veces antes de que lo haga tu cuerpo

Los atributos psicológicos pueden empujar ese umbral un poco más lejos. Muchos autores han intentado explicar la relación entre algunas variables psicológicas y la tolerancia al dolor. Bandura et. al (1987) encontró que la percepción de autoeficacia estaba directamente relacionada con la tolerancia al dolor y que, además, podía ser entrenada usando estrategias de control cognitivo.

James y Hardardottir (2002) estudiaron los efectos mediadores del foco atencional y la ansiedad-rasgo en la tolerancia al dolor. Encontraron que individuos con baja ansiedad-rasgo mostraban mejor tolerancia al dolor que individuos con una elevada ansiedad-rasgo. Lo achacaron a que “la ansiedad-rasgo incrementaba la focalización en posibles amenazas del entorno”, por lo tanto se fijaban más en el dolor.

Más recientemente, Geva y Defrin (2013) encontraron evaluaciones más bajas del dolor y una mayor tolerancia al dolor en triatletas y atletas de Ironman. Pero además incluyeron una variable interesante: el miedo al dolor, que demostró ser menor en este tipo de atletas.

¿Qué vino antes: la gallina o el huevo?

tolerancia al dolor
Jason Khalipa al final del Burden Run de los 2013 CrossFit Games. Fuente: CrossFit

Geva y Defrin plantearon una pregunta relevante (2013) en su estudio de la tolerancia al dolor en triatletas: ¿persisten en ese deporte por sus cualidades innatas o es su constante exposición a esfuerzos físicos y emocionales extremos lo que mejora esas cualidades con el tiempo?

Y es una pregunta necesaria porque cuando pienso en el CrossFit podría parecer que los que nos enganchamos, ya veníamos con una tolerancia al dolor elevada de serie; es como si el CrossFit nos escogiera a nosotros. Y encima, como nos exponemos a eventos dolorosos (nuestro querido WOD), hallamos un nuevo límite cada día.

Además, esa habilidad para resistir el sufrimiento parece trascender las paredes del gimnasio e influir también sobre nuestra percepción de eficacia de afrontamiento en general. Es como si, sobrevivir diariamente a entrenos de CrossFit te proporcionara los recursos necesarios para superar cualquier situación.

En cualquier caso y a modo de resumen, la tolerancia al dolor se relaciona con:

  • una ansiedad-rasgo baja
  • un control atencional mejorado
  • una elevada percepción de autoeficacia
  • menos tolerancia al dolor

Sin embargo, puede mejorar con el uso de estrategias de control cognitivo y una exposición prolongada y repetida a ejercicio físico intenso (¿os suena el CrossFit?); así que, no huyas del dolor, corre hacia él.











- Bandura, A., O'Leary, A., Taylor, C. B., Gauthier, J., & Gossard, D. (1987). Perceived self-efficacy and pain control: opioid and nonopioid mechanisms. Journal of personality and social psychology53(3), 563.
- Geva, N., & Defrin, R. (2013). Enhanced pain modulation among triathletes: a possible explanation for their exceptional capabilities. PAIN®154(11), 2317-2323.
- James, J. E., & Hardardottir, D. (2002). Influence of attention focus and trait anxiety on tolerance of acute pain. British journal of health psychology7(2), 149-162.
- O’Leary, T. J., Collett, J., Howells, K., & Morris, M. G. (2017). High but not moderate-intensity endurance training increases pain tolerance: a randomised trial. European journal of applied physiology117(11), 2201-2210.
swot analysis
¿Por qué hacer un Análisis DAFO después del Open?

El CrossFit Open 2020 ha llegado a su fin. Para un reducido porcentaje de la población – aunque ahora es mayor gracias a los últimos cambios en el sistema de clasificación para los CrossFit Games – empieza un programa de entrenamiento enfocado a competir al más alto nivel.

Pero para el crossfitero de a pie, el final del Open bien puede equipararse a una calle sin salida… aunque no tiene por qué.

El CrossFit Open: la Selectividad de los crossfiteros

Podría decirse que el Open es gran examen al que nos enfrentamos cada año. 5 semanas, 5 tareas y 5 puntuaciones que determinan nuestra posición relativa entre tus compatriotas, tus compañeros del box, congéneres o cualquier categoría que hayas creado con eso de los hashtags personalizables.

¿Y qué hacer con esa información?

Pues no permitir que caiga en saco roto, por ejemplo. Porque no olvidemos que uno de los grandes preceptos del deporte del fitness es medir, evaluar y repetir. Pues bien, la fase de “medir” ya se ha cumplido con el Open y ahora toca evaluar. ¿Cómo evaluamos estos datos y que nos ayuden a planificar el resto del año? Pues con una preciosa herramienta: el Análisis DAFO.

¿Qué es el Análisis DAFO?

El Análisis DAFO fue creado por Albert Humphrey en los años 60 y se ha convertido en una de las herramientas más famosas para la planificación de estrategias empresariales.

DAFO es un acrónimo (a los norteamericanos nos encantan) formado con las siglas de “Debilidades”, “Amenazas”, “Fortalezas” y “Oportunidades” y el análisis consiste en evaluar cada uno de esos elementos para planificar una futura toma de decisiones.

Análisis interno: debilidades y fortalezas

Aquí nos ceñimos a los elementos individuales que nos dan una ventaja competitiva (fortalezas) y aquellos que obstaculizan nuestro rendimiento (debilidades). Estos pueden ser:

  • movimientos concretos: ring muscle-up, handstand walk, clean & jerk, etc.
  • dominios temporales específicos: corto e intenso o largo y moderado
  • atributos personales: autoconfianza, percepción del riesgo, inseguridad, etc.

Análisis externo: amenazas y oportunidades

En esta evaluación entran aquellos elementos situacionales que también afectan a nuestro rendimiento, tanto para bien como para mal. Una “amenaza” puede ser algún evento vital (ruptura, mudanza, …) que nos pueda generar estrés, por ejemplo; y una “oportunidad” puede ser una competición interbox o un seminario de especialidad en gimnasia, metabólico o halterofilia.

Matriz DAFO

El resultado del análisis lo introducimos en lo que se llama la “matriz DAFO”. Vamos a verlo con un ejemplo:

En lo relativo a las amenazas, se trata de identificarlas correctamente para gestionar nuestra respuesta ante ellas. Un mayor estrés laboral y una ruptura sentimental, sin duda, afectará a nuestro rendimiento. No podemos modificar la situación en estos casos pero sí nuestra percepción de las mismas.

Respecto a las debilidades es hora de coger al toro por los cuernos y dejar que nuestro ego se lleve alguna torta que otra. Sentir que haces el ridículo constantemente con las progresiones de kipping pull-ups o handstand walk puede afectar a nuestra autoconfianza pero es importante que nos mantengamos en ese camino el tiempo que sea necesario, porque antes o después dará sus frutos.

Dale a tus fortalezas la importancia que merecen. Si ya tienes un arma de garantías, mejor que se quede en la armería. ¿Qué sentido tiene desaprender algo en lo que eres excelente por dedicar demasiado tiempo a tus debilidades? Sigue trabajando tus virtudes, especialmente en los días en los que parece que nada nos sale – ayudará a mantener la motivación -.

¡Aprovecha las oportunidades! Por suerte, hay muchas situaciones en las que podemos probar nuestra valía y progresos; úsalas con conciencia. Sirven como mini-exámenes de seguimiento.

… y a prepararse para el próximo Open

análisis DAFO

Nunca es demasiado pronto para empezar a arrancar la moto para la gran carrera. Si eres de esos que vive al filo del último minuto (como una servidora), mejor empezar a diseñar un plan ahora que los resultados del Open aún siguen frescos. Escribe tu Análisis DAFO en alguna parte, sienta la base de tus objetivos y te aseguro que verás la mejoría en el Open del año que viene.