Reestructuración cognitiva o cómo crear lo que piensas

He tocado por encima el tema de la reestructuración cognitiva pero no me he metido de lleno aún. Y no puede ser. Principalmente porque es el pan de cada día de los psicólogos cognitivo-conductuales (la corriente a la que rindo pleitesía). Así que vamos con ello.

La reestructuración cognitiva es la reformulación del contenido de nuestro pensamiento. La herramienta de trabajo es el modelo ABC ideado por el psicólogo Albert Ellis en el marco de su Terapia Racional Emotiva (1973). La premisa de su teoría es la noción de que la cognición, la emoción y el comportamiento son mutuamente inclusivas y no entidades puras y separadas.

En el modelo ABC, la A se refiere a las situaciones activantes, la B a las creencias sobre esos eventos y la C a las consecuencias emocionales y comportamentales. Esta secuencia lo que viene a indicar es que lo que pensamos nace de lo que vivimos y define lo que hacemos y sentimos. Parece lógico, pues, que si queremos actuar de determinada forma, dependemos de nuestro pensamiento para que nos guíe por ese camino.

Ejemplos prácticos:

reestructuración cognitiva

Conseguir tu primer ring muscle up ya es difícil…imagínate si lo complicas más aún con un toque de inseguridad. Catástrofe asegurada.

Pero no temas porque por suerte no tenemos un papel pasivo en la redacción del pensamiento, sino todo lo contrario. Como ya dije en una ocasión, no soy lo que pienso sino el que piensa. La situación no se puede cambiar (por ahora) pero mi forma de verla, ¡sí! Probemos otra vez.

reestructuración cognitiva

¡Ojo! Igual tampoco lo consigues así. Pero evitar los pensamientos negativos te permitirá probar todas las veces que hagan falta. Y no se trata de inventarse la confianza sino de ser realista y la realidad es que si lo prácticas 200.000 veces…antes o después saldrá.

¿Y qué pasa cuando la situación no se puede cambiar?

Esta división es para los expertos. Cambiar tu forma de pensar respecto a una situación muy cargada emocionalmente que no tiene remedio puede ser muy, muy complicado. Pero como el muscle-up…después de 200.000 intentos, alguno sale.

Imagina que has perdido una competición por un fallo de ejecución en la final. Todas las horas de entrenamiento parecen caer en saco roto, sientes que has defraudado a tu familia, amigos y a todos los que confiaban en ti. Es normal que te sientas abatido y que incluso necesites desconectar del CrossFit un tiempo.

Pero eso no puede durar eternamente. Porque en el peor de los casos deja una grieta en tu confianza que no puedes taponar y, a la larga, te privará de alcanzar tu verdadero potencial.

Recuerda: el pensamiento es dinámico. Podemos modificarlo al gusto – para mejor o peor -. Intenta que tu pensamiento no te ancle al pasado; y si te impulsa hacia adelante mejor que mejor.













Ellis, A. (1973). Rational-emotive therapy (pp. 32-44). Big Sur Recordings.